miércoles, 13 de enero de 2016

Henna para el pelo

Henna para el pelo: ¿una buena opción?
Hay mucha gente que pregunta si es bueno echarse henna en el pelo, la respuesta es sí. Sin embargo, si me preguntaran si la recomiendo o no… depende.
Si te gusta cambiar el color de tu pelo, y te aburres enseguida del tono que tienes, la henna no es para ti. Pero si simplemente quieres seguir teniendo tu color de pelo, aunque con más brillo (o incluso con algunos reflejos de otro tono), entonces sí.
Pros y contras de la henna:

Pros:
-Es buena para el pelo, lo protege y además lo fortalece.
-Te deja un color natural en el pelo, y con mucho brillo.
-Cuando se va yendo el color, simplemente te varía un poco el tono, pero no queda un color “desgastado”.
-Aunque se acabe yendo el color de la henna, ésta sigue en tu pelo protegiéndolo.

Contras:
- Si te echas henna, ya no te puedes deshacer de ella, a no ser que te cortes el pelo.
- Si después te echas un tinte normal, es muy probable que no te coja el color.
-Si te quieres decolorar el pelo, pueden pasar dos cosas:
    1- Que apenas se decolore.
    2- Que se te queme el pelo (si usas una henna que contenga químicos).

Si vas a usar henna, recomiendo la de la marca Radhe Shyam. Yo la he utilizado y me ha gustado el color que dejaba. Además, después de aprender que para futuros cambios radicales la henna es la peor opción, he descubierto que con esta henna no se quema el pelo al decolorarlo… aunque es cierto que casi no se aclaró.
Mi experiencia con la henna:
Yo llevaba alrededor de un año tiñéndome el pelo de tonos rojos y violetas usando tintes con amoníaco y aclarantes, además de haberme hecho mechas (que en su día fueron moradas). La cuestión es que tenía el pelo de un color anaranjado desgastado con mechas rubio-pollo, además de tener el pelo seco y estropeado.
Me aconsejaron echarme henna, era buena para el pelo y dejaba un color natural. Así que me decidí a echarme un tono cobrizo (sin saber que luego me costaría la misma vida deshacerme de él). Me encantó el resultado, tenía el pelo de un color naranja-cobre que me encantaba, y notaba el pelo más fuerte.
Me eché henna un par de veces más a lo largo de todo el verano, para retocar las raíces y para ver si variaba un poco el tono del pelo.
A finales del verano estaba aburrida del color naranja-cobrizo, así que quise hacerme un cambio radical y ponerme el pelo azul. Cuando descubrí que en ninguna peluquería te tocan el pelo con henna,  decidí aclararme el pelo poco a poco con tintes rubios… no fue una buena idea. Se me aclararon las raíces hasta tenerlas de un color amarillo extraño, un rubio decolorado que quería tener en todo el pelo para ponérmelo azul. Pero el resto del pelo seguía naranja, un poquito más claro tal vez, pero naranja.
Al final fui a la peluquería, sin contar en ningún momento que tenía henna. Allí me lo decoloraron, aunque el resultado fue el mismo: la henna apenas se aclaraba. Sin embargo, utilizaron un tinte buenísimo “elumen”(ya hablaré de él en otra entrada), y mi pelo cogió color. El color no era el azul que yo esperaba, sino un azul verdoso, con zonas más azules y zonas más verde-gris-rubio… un tono muy extraño. Aun así me gustó mi pelo, ya no estaba naranja.

Mi peluquera no quedó contenta y me dijo que volviera la semana siguiente, y repitieron el proceso, esta vez sin decolorar, y al final conseguí mi pelo azul. Aunque en algunas zonas la henna resiste, al menos no he tenido que cortar mi melena. J

Aquí dejo una foto de la henna que utilicé, y de mi pelo después de utilizarla:

 

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